Paseando por un día

Bitácora personal del capitán @fotosycaptura ✨

Por el parque


Paso a paso...

Caminando, de la mano, acompañado... Recorriendo un lugar que era ajeno y a la vez, conocido... ¿Cómo puede ser así?... El parque en cuestión es llamado Parque Quinta Normal, ubicado en la misma comuna, en Santiago.

Éste parque lo recorrí hace muchos años atrás cuando estaba aún cursando mis años en el liceo. Tendría unos... ¿14? ¿15 años? No lo recuerdo con exactitud, pero lo que recuerdo es un poco vago...

Esta vez, lo recorrí en compañía de mi pareja y juntos caminamos por senderos nuevos y a la vez, algunos senderos pasados... Como aquellos museos que visité en esos tiernos años...

Partiendo por la entrada...

La entrada
Así comienza a ser la entrada

Hay lugares para sentarse y descansar
Hay lugares para sentarse y descansar

Y así es como uno poco a poco, comienza a olvidarse de los edificios, tan habituales en las grandes ciudades...

Así se ve un lugar con árboles, y caminos
Así se ve un lugar con árboles, y caminos

Un árbol torcido
Un árbol torcido, se dice que a diferencia de uno derecho, éste vive toda su vida, mientras que el derecho, suele ser convertido en tablas

La entrada hacia el Museo de Ciencia y Tecnología
La entrada hacia el Museo de Ciencia y Tecnología, un museo en su mayoría interactivo

Una de las cosas que con mayor claridad recuerdo son estas estructuras... Son dos, ubicadas a cierta distancia...

Una estructura muy entretenida
Una estructura muy entretenida

La gracia de estas estructuras es que permite la conversa a distancia, usando la voz a un volumen de una charla normal, a la distancia... Simplemente es algo muy entretenido. Mi pareja quedó maravillada de este experimento.

Posteriormente, luego de visitar este museo, nos dirigimos al siguiente, el Museo de Historia Natural... Tomé muy pocas fotos acá, más me dediqué a rememorar mis caminatas por el pasillo en esos tiernos años... Que maravillosa es la mente para viajar hacia el pasado...

Para finalizar

Finalmente, después de terminar el recorrido de los museos, y de comer algo ligero, nos embarcamos en un paseo por la pequeña laguna que hay... El paseo en sí, es entretenido, aunque en un principio, los 20 minutos que dura el arriendo de los botes encontraba que eran pocos, al final, son suficientes para pasar un buen rato.

¡Corre que te pillo!
¡Corre que te pillo!